Un viaje en el tiempo

Caminar por las montañas que rodean a Tepoztlán es como viajar en el tiempo. Las rocas de este paisaje nos cuentan partes de la historia de los últimos 100 millones de años del planeta.

Cerros marinos

Las montañas más antiguas de la región son las de la Sierra de Corona, cerca de San Andrés de la Cal. Se formaron hace más de 100 millones de años, en el periodo Cretácico, cuando los dinosaurios aún rondaban la Tierra.

En aquel entonces, una gran parte de Norteamérica, incluído lo que hoy es Tepoztlán, estaba cubierto por un mar tropical poco profundo llamado mar de Niobrara, un verdadero mar de dragones.

Imagen modificada de Ron Blakely, CC BY 1.0.

Mucho tiempo después, cuando el mar de Niobrara llevaba seco ya más de ochenta millones de años, una era volcánica comenzó en el centro de México.

A un ritmo de casi 7 mm por año, la placa tectónica de Cocos, al sur de México en el oceano Pacífico, comenzó a incrustarse debajo de la placa de Norteamérica (un proceso llamado subducción ).

Imagen modificada de Sting y Réhmi, CC BY-SA 2.5.

Al hundirse poco a poco en las profundidades incandescentes de la Tierra, la placa de Cocos se fue calentando. Llegó un punto en que algunas rocas de la placa de Cocos empezaron a derretirse y, al ser menos densas que las otras rocas alrededor, flotar hacia la superficie. Estas rocas derretidas, llamadas magma, forman volcanes cuando emergen en la superficie terrestre. Por eso los volcanes son tan comunes a lo largo de zonas de subducción, normalmente entre 100 y 200 km de la fosa oceánica en donde una placa se hunde debajo de la otra. Pero la placa de Cocos es diferente.

Imagen original: "Subduction_es.svg" de Wikimedia Commons por K.D. Schroeder, CC BY-SA 4.0.

En vez de hundirse cerca de la fosa oceánica como otras placas tectónicas, la placa de Cocos se deslizó debajo de la placa de Norteamérica por unos 250 km de manera casi horizontal, sin hundirse más de 50 km. Entonces, justo debajo de lo que ahora es Tepoztlán, la placa de Cocos se dobló abruptamente y empezó a hundirse lo suficiente para que sus rocas se derretieran y empezaran a producir volcanes. Es por esta peculiaridad de la placa de Cocos que hay tantos volcanes alrededor de Tepoztlán y de la ciudad de México. De otro modo todos los volcanes estarían más cerca de la costa.

Esquema basado en la figura 3 de Pérez-Campos et al. 2008.

Cuando al fin sucedió esto, hace unos 22 millones de años, empezaron a nacer volcanes en el centro de México, de Nayarit a Veracruz. El resultado fue el eje neovolcánico transversal, una cordillera que ha sido una cuna de biodiversidad.

Sabemos esto porque las ondas sísmicas pueden usarse para hacer un tipo de ultrasonido de las entrañas del planeta. El Experimento de Subducción Mesoamericano (ESMA, o MASE en inglés) es un arreglo de 100 estaciones sismológicas desde Acapulco hasta Tempoal, cerca del Golfo de México. Los registros sismológicos de estas estaciones se han usado para estudiar la estructura de la placa de Cocos y su proceso de subducción.

Imagen tomada de la figura 1 de Gérault et al. 2015.

Sierra del Tepozteco

Los cerros de la Sierra del Tepozteco, alrededor de Tepoztlán, contienen la historia de los inicios del eje neovolcánico.

Millones de años de volcanes y ríos

Muchos volcanes nacieron y murieron alrededor de Tepoztlán y Malinalco entre 22 y 19 millones de años atrás. Los restos de sus cenizas y lavas, además de otros sedimentos depositados en los ríos que cruzaban la región, conforman las distintas capas de los cerros de la Sierra del Tepozteco y de Malinalco.

Imagen modificada de la figura 16 de Lenhardt et al. 2011.

El resto de las rocas y montañas de la región son el resultado de actividad volcánica mucho más reciente.

Después de un largo periodo de relativa tranquilidad, hace aproximadamente un millón de años las entrañas de la región que rodea a Tepoztlán comenzaron poco a poco a agitarse de nuevo.

Desde entonces, más de 220 volcanes han hecho erupción en la región, tras lo cual se extinguen para siempre. Este tipo de volcanes, que hacen erupción una sola vez, se llaman monogenéticos. Veamos sólo algunos de los derrames volcánicos cercanos a Tepoztlán para los que se han estimado fechas aproximadas, y cómo su historia se relaciona a la historia del orígen de la raza humana.

Las fechas y los mapas de los distintos derrames de lava están basados en Jaimes-Viera et al. 2018 y Siebe et al. 2004 y 2005.

Hace unos 986 mil años

Hace un millón de años, un simple parpadeo en tiempo geológico, la fauna del mundo era aún más diversa y asombrosa que ahora. Había muchos más animales grandes en todos los continentes. Por ejemplo, en México había mamuts, mastodontes, armadillos, perezosos y lobos gigantes, leones y tigres dientes de sable, entre muchos otros. Todavía no existían los humanos modernos, pero nuestros ancestros los Homo erectus vivían en Asia y en África.

Así estaban las cosas cuando un volcán al sur de Tepoztlán, hoy llamado "Las Tetillas", hizo erupción. Hoy la ciudad de Yautepec se extiende sobre la lava de Las Tetillas.

Hace unos 181 mil años

Ya había humanos modernos en lo que hoy es Etiopía. Al norte de Tepoztlán, el volcán Quepil hizo erupción cerca de Jaras Verdes.

Hace unos 95 mil años

En Eurasia, los humanos ya habían desarrollado comercio e inventado joyería. Cerca de Tepoztlán, la erupción del volcán Malacatepec, justo al lado del Quepil, continuó dando forma a la sierra.

Hace unos 35 mil años

Cuando el volcán Zitlaltépetl hizo erupción, las pinturas en cavernas más antiguas ya tenían varios miles de años.

Hace unos 17 mil años

Más o menos a la vez que se pintaba la famosa cueva de Lascaux, en Francia, un desafortunado mamut lanudo quedó atrapado en un deslave cerca de donde ahora está el poblado de Santa Ana Tlacotenco, en Milpa Alta. Ahí, entre terrazas agrícolas, se encontraron los restos del mamut en diciembre de 2011.

Imagen de Flying Puffin, CC BY-SA 2.0.

Hace unos 10 mil años

La erupción del volcán Pelado, junto a lo que ahora es Parres, pudo haber sido una de las primeras presenciadas por humanos en esta sierra. Para ese entonces nómadas recolectores ya habitaban la región, la última era glacial llegaba a su fin, y muchas especies de megafauna estaban en declive.

Hace unos 7 mil años

Para cuando el volcán Tecmilco hizo erupción entre las antiguas serranías del Tepozteco, los humanos ya eran de los animales más grandes que quedaban en Tepoztlán.

Hace unos 6 mil años

El volcán Tlaloc, uno de los más altos de la sierra, hizo erupción.

Hace unos 5 mil años

La lava del volcán Suchiooc se derramó entre las cañadas de la antigua sierra del Tepozteco. Durante el derrame se formaron algunas de las cuevas de lava más grandes del mundo, que hoy alojan a muchos de los murciélagos de Tepoztlán.

Hace unos 4 mil años

Cuando el volcán Guespalapa hizo erupción, el valle de Tepoztlán y sus alrededores ya tenían sus primeras aldeas agrícolas. Y menos de 800 años después, la ciudad de Tlatlilco en el valle de México muestra la evidencia más temprana de jerarquías y divisiones sociopolíticas.

Fotografía del Acrobata de Tlatlilco, de El Comandante, CC BY-SA 2.0.

Hace unos 2 mil años

Cuando el volcán Chichinautzin hizo erupción, ya habían pasado más de 700 años desde el apogeo de Chalcatzingo. El Chichinautzin, o "Señor que Quema" en náhuatl, le da nombre a toda la Sierra, un mosaico de derrames de lava de distintas edades y condiciones ecológicas.

La historia continurá

Alrededor de un siglo después de la erupción del Chichinautzin, el derrame de lava del volcán Xitle destruyó la ciudad prehispánica de Cuicuilco en el valle de México. Ese fue el último volcán en nacer en la Sierra del Chichinautzin.

¿Cuál será el próximo?

Imagen: "La erupción del Xitle", de Jorge González Camarena.